Echo de menos mi monotonía invernal.

Porque hay cosas que tarde o temprano se terminan echando de menos...cosas simples que la vida nos da y que no sabemos apreciar en condiciones hasta que nos faltan...cosas como llover, resfriarse, tiritar por el frío, ponerte los zapatos cubiertos, usar paragüas, volver a madrugar para ir a clase, los recreos, pasar calor a las tres de la tarde mientras vuelves a casa, encontrarte con todo el mundo en la calle un viernes por la tarde cuando nadie está de vacaciones, dedicar las tardes a estudiar primero y luego a los demás, volver a casa a las 12 como muy tarde, desear llegar al instituto para contarle a alguien qué hiciste la tarde anterior, tener ansias de acabar un examen o de saber una nota...Cosas que ahora en verano no tenemos y que yo por lo menos, echo de menos.